Secretario de Uribe Uribe

En la primera mitad del año de 1914 estábamos en el frailejonesco Altiplano Supersantafereño y en su
período agudo –y el más plano, no obstante– y el más pleno del llamado Centenarismo. Centenarismo patria -bobesco literario y neo-republicanoide. Estábamos en el Altiplano de LA BOTELLA DE ORO, de LA CUNA DE VENUS, de TU CAERÁS, de LA GATA GOLOSA, de RONDINELLA, de LOS NUEVE ESTADOS, de VENTUROLI, del GAMBRINUS y de EL CAFÉ WINDSOR…, Tomás Carrasquilla, Clímaco Soto Borda, Juan Borda Alcalá, Tomás Márquez, Noel Ramírez, Abel Marín, Roberto Muñoz Ferro, José Gaviria Toro –Joselín– y Nos –nominado entonces Leó Legrí…– Leo el gris? No: Leo el achispado? Tampoco: Leó Lé Grí(s) por el mero valor fonético. Un poco gris, a ratos; a ratos ebrio de ese
vino luminoso que no beben los bárbaros (luminoso, mejor –para mí– que generoso. Y ese mejor que uno). (Generoso dice por ahí en cierta ANTOLOGÍA: juzgo que erróneamente). (Pero, por las dudas…). Bogotá en 1914. En el HOTEL ASTOR vivíamos mi padre y yo, Tomás Carrasquilla, Tomás Márquez, Eleuterio Serna, don Lino de Jota Acebedo y CARPINTIA. Los dos Tomases habían llegado dizque a trabajar en EL LIBERAL, con el
General Rafael Uribe Uribe. Una tarde llegó al Astor el General, a visitarnos –a mi padre y a mí. Don Luis había salido. Yo leía, en decúbito, y dormitaba.
Una pipa en la mesa de noche. Quién fuma aquí, León? –pues será don Luis, díjele, turulato… –Nunca mientas, León. Luis no fuma. No mientas nunca. No lo olvides, León! Lección para toda la vida. Como la de mi padre –años antes: nunca juegues! (dinero). Y nunca he jugado dinero, lo que se llama jugar dinero y nunca he mentido…, sino poéticamente, para no hacer quedar mal a Federico (Nietzsche,EL CRUCIFICADO) quien dictaminó o determinó que los poetas mentimos siempre. Juego mi vida etcétera y etcétera (y éso no es dinero) y miento –a ratos–
como buen poeta o como apenas malo o como el peor de los pseudo-poetas… No que nó! Malo o peor, pero no pseudo. Rechazo el cargo, el mote! Poeta es el que inventa? (oh Etimólogos!). El etimólogo A dice que no. El etimólogo Z dice que si. Nuestro etimólogo está ausente, es decir vive ausente. Pero no somos que inventamos, para consuelo o desconsuelo de los pseudos, de los postizos.No divaguemos: luego de echarme su buen regaño, mi General pasó a saludar a Carrasquilla (quien estaba platicando muy adamadamente, digamos –y es eufemismo– con el novelista Samuel Velásquez).
El General que los oye y…: venía a saludarlo, don Tomás, pero advierto que no puedo ser más inoportuno… Y les volvió las espaldas. Y yo, desde mi cubil, veía, oía y me divertía. Continué leyendo –había descubierto meses antes a Remy de Gourmont–y fumando (sin mentir) y sonriëndo… –porque todavíano había pasado de moda Anatole France –oh esnobistas!– y porque Alcofribas Nasier siempreestará vigente.
Hacia la mitad del año de 1914, creo recordar que antes de junio, se presentó el viaje del General Uribe Uribe a Antioquia, acompañado por los Senadores y Representantes liberales paisas –entre ellos mi padre quien no había adherido a la candidatura Concha –alejándose del General–. Yo, en vacaciones indefinidas viajé con todos ellos y muy conmigomismo –según mis prácticas– (novatas entonces, hoy veteranísimas). –Salimos del Altiplano, en tren, hacia las once de la noche… Punto por hoy: que allí se inicia otra historia larga y una historia corta: la de mi breve secretariato -edecanato del General. Buenas noches, Donina.
Abur!, Meseres.
14 II 1960

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